domingo, 25 de octubre de 2015

En la Etapa Patriarcal (Años 1850 a.C - al 1550 a.C aproximadamente)

  • (1850 a.C) Acontece el "llamado de  Dios a Abraham sacándolo de su tierra, de su patria y de la casa paterna en Ur de los caldeos, en la baja Mesopotamia. Puesto en camino llegó a Canaán y es reconocido como primer Patriarca. Gn 11, 28. 12, 1. Se nos presenta en relación a sus descendientes; fue padre de Isaac, Isaac fue padre de Esaú y Jacob. Jacob tuvo 12 hijos que dieron origen a las 12 tribus de Israel.

  • (1720 a.C) Jacob  se establece con un grupo de clanes, van generando pertenencia, identificándose, sintiéndose etnia, un grupo especial.
  • Estos clanes o tribus descendientes de los patriarcas tuvieron que emigrar (1600 a.C) hacia Egipto para sobrevivir. Se nos ofrecen sus nombres recordándonos que éstos partieron con sus familias a Egipto, el Imperio dominante que para esos tiempos se había liberado de dominio de pueblos extranjeros consolidando su poderío… Gn 32, 29. 42. 46. Ex 1,2
  • (1550 a.C) En Egipto, ante el crecimiento en número de los descendientes de Jacob, el Faraón Ramsés II decide oprimirlos. Sin embargo los relatos que aquí se nos ofrecen, nos aproximan a la intención del autor sagrado, a quién le interesa la expansión numérica de las familias surgidas de Jacob y la opresión Egipcia, cuyo relato prepara el del éxodo y la Alianza en el Sinaí. Ex 1, 1-22. Gn 47,11. Dt 11, 10

Consideración para la comunidad que nos lee

  1. Ante la mirada superficial con la que con facilidad no pocos podemos acercamos a la Biblia, y en en ella a la Historia de Salvación que nos comparte, es importante advertir que nos narra es el paso de Dios que camina con un pueblo concreto, que lo impulsa a buscar nuevos horizontes, tierras de promesa, lejos del individualismo, suscitando una realidad más creíble; grupo, clanes, pueblo, finalmente comunidad.
  2. Resulta determinante, que un hombre se ponga en movimiento en el proyecto de Dios como sucedió con Abraham y los otros liderazgos patriarcales, para reconocer que la Fe exige una respuesta personal, la cual tendrá implicaciones comunitarias porque ella puede mover, poner en la búsqueda una familia, una comunidad y una nación en general.
  3. El pueblo de fe, vive en contextos concretos, llamado a dar respuesta a desafíos puntuales, y en medio de situaciones precisas, la experiencia de Dios será un camino para enfrentar los desafíos que la historia supone a los creyentes.

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