Generalidades sobre la Sagrada Escritura

Pensando en ti, querido cibernauta que por aparente casualidad, que nosotros preferimos llamar mejor “Diosidencia”, hoy estas de paso por nuestro Blog, hemos querido de una forma muy fugaz pero a la vez concreta, compartirte algunos datos sobre el Antiguo Testamento, acompañados de algunas de nuestras reflexiones como Teólogos en formación. Sabemos que dispones de poco tiempo y que en la web tienes a mano todo un océano de información, por ello nuestras referencias serán muy cortas y con un objetivo muy concreto: Que puedas aplicarla HOY mismo a tu realidad, experimentando con certeza que tu eres el Nuevo Israel, propiedad exclusiva de Dios y que por ello El camina junto a ti, acompañando tu personal historia de salvación.

• La Sagrada Escritura no es un libro de historia en el estricto sentido de lo que para nosotros significa el vocablo “historia”, es una experiencia de amor, fruto de la relación de Dios con un pequeño pueblo, inmerso en la historia universal. Por ser una experiencia de fe, adquiere sentido como historia de salvación.
• Unos hechos y personajes y lugares, son reales y perfectamente comprobables, pero otros han sido figurados por los autores sagrados, con el único deseo de transmitir una verdad de fe, de tal manera que fuese entendida por los destinatarios de la época en que se escribió el texto y a quienes iba particularmente dirigido. De ahí que no es válido pretender comprender los relatos, sustrayéndose de los contextos socioculturales, políticos, económicos.
• Los pasajes que hoy tenemos recompilados no fueron escritos en un solo momento, ni en un mismo lugar y muchas veces tampoco por un mismo autor. Algunos textos son fruto experiencias prolongadas en el tiempo, transmitidas primero en forma oral y luego consignadas por escrito, Mediante un ejercicio de mucha paciencia y alto costo.
• Podemos caer en la tentación de creer que todo sucedió y se escribió a la velocidad de los 8 segundos en los cuales hoy un mensaje recorre la extensión del globo, esta es una idea que es indispensable desmontar a la hora de introducirnos en el fantástico mundo bíblico.

Entonces: ¿Cómo hacían?

Para elaborar los pergaminos, tomaban pieles de animales tiernos como cordero, ternero o cabras y mediante unos procesos de sumergimiento en cal, separaban la dermis y desechaban la epidermis y la hipodermis. Luego de un proceso de estiramiento se pulía la superficie con piedra pómez. Su nombre se deriva de la ciudad de Pergamo, donde eran especializados en esta manufactura. El tema no era tan sencillo como simplemente decir: “póngale papel a la impre…”, dar clic y listo.

La otra opción que ofrecía la época era el papiro, para conocer este otro complejo proceso te recomendamos abrir el siguiente enlace: http://www.egiptoaldescubierto.com/?dest=/vida/papiro/papiro.html